“La prevención es fundamental para evitar los incendios en verano”

Se acerca la época de las altas temperaturas y, como en cada año, se pone en el tapete la problemática de los incendios forestales en las sierras y cómo evitarlos.
En ese marco, el Prof. Norberto Ovando, Licenciado en Ciencias Naturales, presidente de la Asociación Amigos de los Parques Nacionales y experto en Comisión Mundial de Áreas Protegidas y Red Latinoamericana de áreas protegidas, dio la explicación al respecto.
“Es extremadamente simple, es un problema de buena voluntad por parte de los gobernantes. Se trata de la prevención y se debe hacer en dos etapas: la primera pasa por un programa de educación anual, que se puede dar de manera formal en las escuelas o no formal dictado por los bomberos, y por un buen plan de comunicaciones usando siempre los medios de comunicación, enviando a todos ellos una información que sirva de prevención; y por otro lado, aprovechar a limpiar el bosque, saber si hay cortafuegos, si hay excesiva cantidad de ramas secas caídas y trabajar en equipar a las fuerzas que van a combatir los incendios, lo que va haciendo que el fuego no llegue en el momento que tenga que llegar”, indicó.
En ese sentido, dijo que “alrededor de los alambrados los campos tienen que tener cortafuegos, tendría que ser obligatorio si cada municipio saca una ordenanza”.
“La prevención se debe atacar de varios lados para evitar los desastres, como en las sierras de Tornquist en 2013 o en Chubut, donde se quemaron 57mil hectáreas de un bosque extraordinario donde lo menos que se perdieron fueron 50 millones de dólares. Es un plan que se puede armar y tiene que funcionar durante todo el año”, sostuvo.
“El incendio de 2013 lo seguí muy de cerca, inclusive tuve la oportunidad de mandar un material de un avión anfibio hidrante canadiense que está haciendo falta en nuestro país”, recordó.
En cuanto a los trabajos de prevención, aseguró que “el material muerto es justamente lo que hay que sacar, es fundamental. Lo que se hace con los pinos implantados es derramar un poco la parte inferior de ellos, para que si llega a producirse un fuego, 90% de los casos provocado por el hombre, evitar que las llamas se expandan rápidamente por un exceso de combustible”.

“En el caso del pastizal pampeano es difícil hacer un control, al menos que haya ganado que lo esté eliminando de alguna manera o, en el caso de alguna reserva, si tienen camélidos introducidos eso hace que disminuya la cantidad de material, pero en los bosques es lo que más que controlar. Más en zonas turísticas que cuando se produce un incendio la gente la gente después deja de ir porque ‘a que vas a ir a ver si está todo quemado’”, señaló también.
En tanto, “en el caso de un bosque implantado, se vuelve a implantar. Sería interesante hacerlo en compañía de los alumnos de primaria y secundaria, porque te da una formación y un espíritu muy especial entre la naturaleza y lo que le ha sucedido”.